Oso Pardo
 


         

 
 

  

Es el nombre genérico que se aplica a cualquiera de las diferentes razas o subespecies de oso, que pertenecen a una única especie y que se distribuyen por toda la región holártica (América del Norte, Europa y Asia). El oso pardo está estrechamente relacionado con el oso polar. El nombre de oso de montaña, oso gris o grizzly se aplica a las subespecies del norte de América, incluidas las que habitan hasta la sierra de Chihuahua y a lo largo de la sierra Madre Occidental, en México.

El oso pardo es una de las especies más grandes de las ocho que hay de osos y se caracteriza por presentar una gran variabilidad no sólo en el tamaño sino también en el peso y en el tono y aspecto del pelaje; éste puede ser casi negro o canela claro e incluso algunos individuos son blancos. En general los pelos del dorso y de la cruz son más claros y el pelaje es más oscuro durante el otoño y el invierno. Como el resto de los osos su marcha es plantígrada y las extremidades anteriores terminan en cinco garras largas y curvadas que emplea para excavar en la tierra.

Hace algunos años los científicos consideraban especies distintas al oso pardo euroasiático, al oso grizzly de América del Norte y al oso Kodiak de Alaska. Esto es debido a la distribución tan amplia que presenta el oso pardo y que ha dado lugar a la aparición de diferentes subespecies. Los osos Kodiak de Alaska y los osos pardos que viven en zonas de costa suelen ser de color castaño, con una porción de pelo más largo en la cabeza que la hace parecer más grande; el peso varía mucho dependiendo de la subespecie de que se trate y de la localización geográfica de cada individuo. Los machos de oso Kodiak son de los más pesados (más de 440 kg), mientras que los osos grises o grizzly que habitan hacia el interior no son mucho más grandes que el oso negro americano; los machos pesan unos 135 kg y las hembras unos 100 kg. Ambos sexos sólo están juntos durante la época de celo; el resto del año llevan una vida separada, los machos por un lado y las hembras y sus crías por otro, aunque algunos grupos familiares permanecen juntos durante dos o tres años.

El oso pardo se ha adaptado a vivir en hábitats muy distintos, desde zonas abiertas, llanuras y tundra, hasta áreas boscosas, y desde el nivel del mar hasta la alta montaña. También se ha adaptado a explotar muchos tipos de comida y se alimenta de productos tanto de origen animal como de origen vegetal, como bayas, tubérculos, bulbos, carroña, huevos, peces, hongos y miel. En otoño, su dieta está formada sobre todo por bellotas, bayas y hayucos, alimentos energéticos que le proporcionarán las reservas necesarias para hibernar durante el invierno. El oso pardo se refugiará en una grieta en las rocas, una cueva o cualquier cavidad natural adecuada.

El oso pardo es, en principio, un animal de costumbres diurnas, pero donde ha sido muy perseguido por el ser humano se ha hecho nocturno y también ha cambiado su hábitat retirándose a los bosques más aislados y solitarios. La época de reproducción comienza en mayo o junio y tanto las hembras como los machos son polígamos, es decir, que ambos pueden copular varias veces con distinta pareja (en algunas poblaciones son monógamos). Los osos pardos presentan métodos propios para controlar el número de sus poblaciones y la hembra no suele tener su primera cría hasta los cinco o siete años de edad. Tras la cópula y después de unos días de convivencia, el macho y la hembra se separan. El óvulo recién fecundado detiene su desarrollo y no lo continua hasta el otoño, por lo que el nacimiento de los oseznos (normalmente dos por camada), no sucede hasta enero. La hembra pare en una osera, los oseznos recién nacidos son muy pequeños (menos de 400 gr de peso y unos 23 cm de longitud), y mamarán y vivirán durante el invierno a expensas de las reservas almacenadas por la madre y permanecerán junto a ella durante casi un año. La hembra no volverá a criar hasta tres o cuatro años después y la edad reproductiva terminará a los treinta años de edad, aunque pocas sobrepasarán los veinte, por lo que resulta muy difícil que éstas sean reemplazadas en la población.

El oso pardo se encuentra presente en la península Ibérica, en concreto en los Pirineos y en la cordillera Cantábrica. Cada núcleo de población está aislado de los demás; en la cordillera pirenaica hoy sólo sobreviven ocho individuos (a mediados de este siglo se estimaban en unos 70 osos) y la población cantábrica consta de 60 a 80 ejemplares, aunque también ha disminuido mucho desde finales del siglo pasado. El oso pardo está considerado en España como una especie en peligro de extinción.

Clasificación científica: los osos pardos pertenecen a la familia de los Úrsidos, dentro del orden de los Carnívoros.Todospertenecen a una sola especie. El oso pardo eurasiático se clasifica como Ursus arctos, el oso gris o grizzly como Ursus arctos horribilis y el oso Kodiak como Ursus arctos middendorffi. Los osos grises que habitan en México son Ursus arctos nelsoni, Ursus arctos kennerleyi y Ursus arctos horriaeus.

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